Manantiales de tus
ojos
Remontando hasta tus
labios
Nos nombran entre
destrozos
Poblando cielos
contrarios.
Compré unos falsos
abrazos,
De corazones vacíos,
Que en la noche
truenan con pasos,
Confundiéndose con
los míos.
Se marchitan nuestras
luces,
Saboreando como
niños,
Viejos amores
partidos,
De esos que saben a
suspiros,
De esos que parecen
míos.
Plántame en noches
sin sol,
Tal y así; con o sin
luz,
Que tú no te
comprometes,
Princesa de sangre
roja,
Y amargo vino azul.
Me largo al largo
camino
De tu olvido y mi
hastío,
Con dos botas y tres
euros,
Diez libras, cuatro
pesos,
Un lápiz, una
lágrima,
Una libreta y un
suspiro.
Siempre temí
comprender
Lo que perdí en la
agonía
De cada frío
atardecer
Que acariciaba a
espaldas
De tu compañía, entre
El antes y el después
De cada oscuro
amanecer.
Por eso, y sólo por
eso,
Me largo al largo
camino
De tu olvido y mi
hastío,
Sin mi conejo
imperfecto,
De magia sin
sombrero,
Sin nuestras
insaciables
Noches de pasión y
juego.
Oberón Iniesta...