domingo, 7 de abril de 2013

Un suspiro y sólo el amor nos queda




Somos el horizonte
El punto ciego para Dios
El viento envejecido
Aquelarre de esperanzas heridas


Somos el abstracto reflejo del jorobado
El anhelo que cruza el desierto
De los desterrados, el futuro incierto
El parque de máquinas tragamonedas
Que tras un arpón y varias copas
A cambio de un globo o de unos centavos
Se privan de sus ropas
Antes de bogar de banqueta en banqueta
Pregonando placer por la estepa


Somos y seremos
Pero también fuimos
Fuimos gloria en Avenida Revolución
Fuimos María de la mano con Oberón
Ebrios, enajenados y perdidos en una habitación


La tinta de nuestros versos
Es la que le sobra a los espejos


Somos la mala intención
De una mano en el bolsillo
Somos el garbo y la pasión
Del músico que no pone estribillo


Pues nuestra piel no es cantante, si no, canción
Pues no somos poetas, si no, poesía
Pues no somos amantes, si no, pasión
Y no somos guerreros, si no, valentía


Somos los extraños
Que saludamos extraños al caminar
Pues somos de esos ancianos
Que rejuvenecen con su andar


La risa de mi gente
Es sólo una lágrima desviada


La entrada de mi pueblo
Con su "Welcome to Tijuana"
Esa entrada de sueños
Es la salida del mundo


Porque somos pueblo y no rebaño
Aquí si las lágrimas no son dulces
Son de estaño


Porque la entrada de mi pueblo
Es la salida del mundo


Porque somos horizonte
Además de punto ciego para Dios


Porque si algún día
Tomas el colérico oficio de ser "Hombre"
Y sientes entonces una ligera brisa
Es tan sólo otro suspiro de la frontera...


 Oberón Iniesta…