Ella me gustaba tanto
Pero las circunstancias
De la vida me gustaban
Tan pero tan poco
Que cuándo canto
Las circunstancias
Son como cuando hablaba
Una sátira expuesta a lo loco
Por eso ahora cada mañana
Me persigno con la belleza de mi cuerpo
Medito en las infinitas alturas de mi ser
Y por la tarde hago que algún Godínez agache la mirada
Me desmonto de cualquier telaraña
Muero cada cuándo y resucito después de muerto
Taimado alborozo que no me exhorto a comprender
Denodada circunstancia, vasta en polvo de hadas
Ella aveces ya no me gustaba tanto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario